La crisis económica que venimos padeciendo en los cuatro últimos años está lejos de haber terminado. Si bien las perspectivas en los países emergentes no son tan negativas, tanto Europa (de manera muy destacada) como Estados Unidos continúan en el ojo del huracán que comenzó a gestarse a mediados de 2007.
Abducidos como estamos por los aspectos financieros y fiscales de la crisis, a menudo no se presta atención suficiente a los “efectos colaterales” que la situación económica actual tiene sobre otros aspectos relevantes de nuestro sistema económico, en particular sobre lo que nos interesa en este blog: la energía.
Abducidos como estamos por los aspectos financieros y fiscales de la crisis, a menudo no se presta atención suficiente a los “efectos colaterales” que la situación económica actual tiene sobre otros aspectos relevantes de nuestro sistema económico, en particular sobre lo que nos interesa en este blog: la energía.