El año pasado el gigante asiático se convirtió en la primera potencia eólica mundial, superando a EEUU al alcanzar una capacidad de producción de casi 43 GW. Un aumento extraordinario en los últimos cinco años (ver figura 1). Pero, a pesar de esta potencia eólica, solo puede producir el 1% de la electricidad que consume, pues la mayoría de la producción eléctrica se alimenta con carbón (80%).
Fig. 1- Capacidad instalada de energía eólica
fuente: Glogal Wind Energy Council. |
La demanda energética de China aumenta tan rápido como su desarrollo económico. Para el World Energy Outlook 2011, China consolidará su posición de máximo consumidor mundial de energía en 2035. Utilizará aproximadamente un 70% de energía más que Estados Unidos, el segundo consumidor mundial, aunque, para esa fecha, el consumo de energía per cápita en China representará aún menos de la mitad de la de Estados Unidos, según la Agencia Internacional de Energía (IEA).
Con la intención de hacer frente a esta demanda, el gobierno chino ha propuesto una estrategia de desarrollo basada en bajas emisiones. Para llevar a cabo este objetivo, la eólica se posiciona como un pilar importante en los propósitos de China. Esta es la conclusión que se extrae del avance del informe “China Wind Energy Development Roadmap 2050” preparado por el Energy Research Institute con el apoyo de de la IEA. El informe muestra cómo China podría alcanzar los 1.000 GW de energía eólica a mediados de siglo, un logro que podría reducir las emisiones de dióxido de carbono en 1,5 gigatoneladas al año en 2050, o su equivalente de la combinación de las emisiones de CO2 de Alemania, Francia e Italia en 2009.
La hoja de ruta a seguir, primera desarrollada por un país con las herramientas de la IEA, planea una potencia instalada de 200 y 300 GW para los años 2020 y 2030 respectivamente, con la intención de poder llegar a cubrir en este último año el 8,4% de la demanda eléctrica. A partir del 2030 se pretende un amplio despliegue de la eólica offshore, junto con la onshore. Ya en 2050, aspira a alcanzar los citados 1.000 GW, el 26% de toda la capacidad instalada para contribuir al 17% de la producción eléctrica total (ver figura 2).
Fig. 2- Objetivos de capacidad y contribución de la energía eólica en China hasta 2050
fuente: IEA. |
Para llevar a cabo este plan, se estiman necesarias unas inversiones de 600 mil millones de dólares para 2030 hasta llegar a 1.9 billones de dólares en 2050. La tarifa máxima de eólica visualizada es de 0,06 €/kWh, anunciando que, después del 2020, será más barato que generar con carbón. Es a partir de esta fecha cuando redirigirán los incentivos exclusivamente al despliegue de la eólica offshore.
Esta hoja de ruta incluye actividades de I+D+i, centradas en una mejor comprensión del recurso eólico, o la mejora de los parques y turbinas (de 5 a 10 MW en 2020). Estos avances junto con técnicas de pronósticos fiables, tecnologías de almacenamiento o refuerzo de la red (incluyendo redes de transporte en corriente continua), ambicionan que la eólica proporcione un apoyo similar a las centrales eléctricas convencionales.
A este despliegue eólico hay que añadirle otros proyectos de ampliación de capacidad hidroeléctrica (actualmente representa el 16% de su capacidad) y el gran potencial solar (en 2010 China duplicó su potencia fotovoltaica). Además hay que sumarle su gigantesca capacidad en la fabricación de equipos, también en este sector. Como ejemplo significativo, China y Taiwan superaron conjuntamente el 50% de la capacidad de producción mundial de células solares para módulos cristalinos en 2010. De esta manera China está a punto de cerrar el ciclo, a falta de la vanguardia tecnológica de países como Dinamarca, Alemania o España. Pero es de suponer que un desarrollo tan elevado del sector eólico pueda llevar incluso a que china se sitúe en la vanguardia tecnológica en unos años.
No es de extrañar que aquí en España las empresas del sector renovable estén mirando hacia Asía. Las previsibles reducciones en las retribuciones y primas junto con la crisis provocan una búsqueda más intensa de nuevos mercados. A nivel internacional, el sector eólico en España se sitúa como cuarta potencia mundial en materia de propiedad intelectual generada (patentes) según un estudio de REOLTEC. Pero, la exportación de este desarrollo tecnológico no está tan clara a medio plazo por lo que se avanzó anteriormente.
Sin embargo, el sector eléctrico Español es capaz de gestionar un 16% la demanda de energía eléctrica con eólica, como pudo observarse la semana pasada cuando se batió el récord de cobertura de la demanda (59,6%). Nuestro conocimiento sobre estos asuntos puede ser muy interesante para los planes de China, que se enfrentará en el futuro a este problema, probablemente agravado por la desigual distribución de estas tecnologías dentro del gigante asiático.
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