09 noviembre, 2011

La energía en los programas electorales del 20-N

Hace unas semanas Pablo nos hablaba de las propuestas en materia energética del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. A falta de pocos días para las elecciones del 20-N, sería conveniente repasar qué dicen los programas electorales de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, en relación a la energía.
La Unión Europea (UE) ha establecido tres objetivos prioritarios para el sector energético: competitividad, sostenibilidad y seguridad. El primero de los objetivos pretende alcanzar un precio de la energía que permita mantener la competitividad de la economía europea. Con el objetivo de la sostenibilidad se busca un sector energético bajo en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), además de respetuoso con el medioambiente. Finalmente, se quiere un sector energético menos dependiente del exterior, con el fin de garantizar el suministro y reducir las fluctuaciones de los precios energéticos.
Como buenos políticos, tanto Rubalcaba como Rajoy, prometen en sus programas electorales los tres objetivos, es decir, energía barata, limpia y segura. Lo que no queda tan claro es cómo lo van a conseguir. Los programas del PSOE y el PP muestran puntos débiles. Veamos cuáles son sus propuestas.
El programa electoral del PSOE, sigue apostando claramente por las energías renovables con el fin de reducir tanto la dependencia energética exterior como las emisiones de GEI. Pero, como bien es sabido, el gran problema de las energías renovables es su coste, todavía muy por encima del resto de fuentes de energía. Por ello, es de esperar que una apuesta por las energías renovables implique un aumento en los costes de producción eléctrica. Dada la situación económica actual, con un enorme déficit tarifario en el sector eléctrico, ¿quién va a hacerse cargo del aumento en el coste eléctrico? La propuesta socialista no contempla grandes ajustes en el precio de la electricidad, algo políticamente muy poco rentable, pero que no debería extrañar ya que el precio de un bien debe reflejar su coste (tanto de producción como medioambiental). El programa electoral del PSOE, propone establecer un canon sobre las tecnologías maduras ya amortizadas, como la hidroeléctrica y la nuclear, para financiar las actuales energías renovables. Se prevé revisar la regulación del sector eléctrico para resolver el problema del déficit tarifario. También se plantea una Ley de Energía Renovables que establezca un marco regulatorio estable y que impulse la I+D+i en las tecnologías más incipientes mediante el apoyo público. Finalmente, en relación a la energía nuclear, se contempla cerrar las centrales al final de su vida útil, o antes, si los exámenes técnicos lo aconsejan.
El programa electoral del PP, no hace una apuesta clara por ninguna fuente de energía. Se apuesta por un mix energético que tome en consideración todas las fuentes de energía existentes y que permita alcanzar los objetivos de competitividad, sostenibilidad y seguridad. Se hace especial hincapié en el primer objetivo, es decir, un sector energético que permita la competitividad y el desarrollo económico de España. Para ello, se considera necesario avanzar en la liberalización y la competencia en los mercados de electricidad y de hidrocarburos. Además se contempla la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, bajo estrictos criterios de seguridad, que redunde en un menor coste de la energía para los consumidores. La seguridad energética también se presenta como un objetivo importante. La posición geoestratégica de España debe permitirle convertirse en la puerta de entrada del gas del norte de África, y garantizarle el suministro. Se defiende el desarrollo de un mercado único europeo de la energía, que incremente las interconexiones, mejorando así la seguridad energética, y que aumente la competencia en los mercados. El programa electoral del PP poco habla de sostenibilidad, y de cómo piensa alcanzar los objetivos de la EU (la directiva 20-20-20). Se reconoce la importancia de las energías renovables para reducir las emisiones e incrementar la independencia energética, pero no parece que haya una apuesta clara para su desarrollo. Se habla de la necesidad de un marco regulatorio estable, pero poco más.
Quería dejar para el final, algo en lo que tanto el programa electoral del PSOE como el del PP coinciden: aumentar las políticas de Eficiencia y Ahorro Energético. Creo que es un elemento clave, ya que las mejoras en eficiencia, consiguen ahorrar dinero (competitividad), reducen el consumo de combustibles fósiles (sostenibilidad) y reducen las importaciones (seguridad). Es decir, las políticas de eficiencia logran los tres objetivos de la política energética europea. El PSOE propone aprobar una ley de Ahorro y Eficiencia Energética, especialmente para los sectores de transporte y vivienda. En el transporte se plantea establecer de forma obligatoria Planes Municipales de Movilidad Sostenible. Para la vivienda, se apuesta por un Plan Renove para adquisición de electrodomésticos de bajo consumo, así como la discriminación horaria en la factura eléctrica. En esta misma línea de actuación, el PP propone el fomento de redes eléctricas inteligentes para mejorar la gestión del consumo.
Otros partidos con representación parlamentaria también tienen propuestas en materia de energía en sus programas electorales. Los partidos nacionalistas coinciden en la necesidad de una política energética que posibilite el cumplimiento de los acuerdos internacionales en relación a las emisiones de GEI. Tanto CIU como PNV apuestan por una fiscalidad verde que recoja criterios medioambientales y sirva para promocionar sectores limpios mientras se penaliza a los sectores más contaminantes. CIU reclama el traspaso de recursos económicos a las Comunidades Autónomas para la mitigación y adaptación al cambio climático, y el PNV apuesta por un mercado común energético europeo. El BNG demanda la reducción de la dependencia energética, la minimización de los efectos ambientales y la rebaja de los precios eléctricos, a la vez que destila una oposición a mayores aprovechamientos hidroeléctricos. El programa electoral de IU pone especial énfasis en un modelo energético más sostenible y autosuficiente. Para ello, defiende el fomento de todas las energías renovables y el cierre de las centrales nucleares. También apuesta por el uso del carbón nacional, frente a lo que defiende el BNG por ejemplo, a pesar de su alto precio y de ser una de las fuentes de energía más contaminantes. UPyD solicita un debate energético serio y la elaboración de un Plan Energético Nacional. Entre otras medidas, considera necesario establecer un sistema de formación de precios de la energía claro y transparente.

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