Abu Dhabi abrió oficialmente el domingo 17 de marzo la planta más grande del mundo de energía solar de concentración (CSP), cuya construcción costó 600 millones de dólares y que suministrará electricidad a 20.000 hogares. La planta Shams 1, con una capacidad de 100 megavatios, es la mayor planta del mundo de energía solar concentrada en operación, que supervisa el plan del emirato para generar un 7% de sus necesidades energéticas a partir de fuentes renovables para el año 2020. Según Santiago Seage, director general de Abengoa Solar, uno de los socios del proyecto, CSP utiliza un sistema de espejos o lentes, mientras que muchas otras plantas solares en todo el mundo utilizan la tecnología fotovoltaica para aprovechar la energía solar.
El parque solar cuenta con largas filas de espejos parabólicos, repartidas en una superficie equivalente a 285 campos de fútbol en el desierto de la Región Occidental, a unos 120 kilómetros al suroeste de Abu Dhabi. Las 192 filas de bucles recogen el calor que mueve las turbinas para generar la energía con la que se ahorrarán 175.000 toneladas de dióxido de carbono cada año, lo que equivale a quitar 15.000 coches de la carretera. Para limpiar el polvo de los espejos en este lugar del desierto donde la arena plantea un serio desafío a la eficiencia de los colectores, se emplean camiones automáticos. Después de recibir financiación en el marco del Mecanismo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Limpio (MDL), la planta propiedad de Masdar, Abengoa y Total se puso en marcha en un momento en que la tecnología fotovoltaica era prohibitivamente cara. Masdar ahora produce el 10 por ciento de la energía solar concentrada del mundo, dijo Seage durante la inauguración oficial. La cartera de la empresa de energía representa el 68 por ciento de energía renovable que se produce en la región del Golfo, donde la energía limpia sigue estando en su etapa de inicio (véase aquí).
Sin admitir que Masdar podría haber elegido otro tipo de tecnología para la planta de 600 millones de dolares, Bader Saeed Al Lamki el director la división de la energía limpia de Masdar dijo que mientras que la tecnología fotovoltaica puede tener la ventaja de ser mucho más barata de lo que era hace unos años (véase una interesante entrada de Pablo), la tecnología CSP tiene la capacidad de incorporar mecanismos de almacenamiento de energía, que permiten a la planta funcionar durante todo el día (proporcionando una mayor disponibilidad).
En efecto, la inclusión del almacenamiento de energía térmica con una planta CSP reduce, en gran medida, las interrupciones de su producción que resultan de la intermitencia de los recursos solares. El almacenamiento también permite que la energía producida en un momento dado se pueda utilizar en los periodos de más demanda y facilita la flexibilidad del sistema, lo que se está convirtiendo en algo cada vez más importante para el funcionamiento de la red.
El valor de la capacidad marginal ($ / MWh) por penetración de las tecnologías solar y eólica (fuente: Mills and Wiser, 2012) |
Concretamente, la combinación de una turbina de vapor respaldada por la energía térmica almacenada permite a la planta proporcionar muchas de las funciones necesarias para soportar la transmisión de potencia, el balance de energía a corto plazo, la protección contra las contingencias del sistema y la idoneidad de los recursos.
Por ejemplo, en recientes estudios realizados por el Lawrence Berkeley National Labs (LBNL) en simulaciones del sistema de energía de California, se encontró que el valor comparativo de CSP con almacenamiento se incrementa a medida que aumenta la cantidad de energía solar en la red. Si CSP con 6 horas de almacenamiento y PV sin almacenamiento cada uno proveyeran el 5% de la energía de la red, la energía CSP tendría un valor adicional de 19$/MWh (1,9 centavos/kWh). Con entradas a la red de un 10% cada una, la energía CSP tendría un valor adicional de 35$/MWh. El National Renewable Energy Laboratory (NREL), en simulaciones recientes de parte del sistema de energía de Colorado/Wyoming, encontraron resultados similares a los de LBNL: el valor comparativo del almacenamiento CSP aumenta a medida que se incrementa la introducción de la energía solar y eólica, y el valor de la energía CSP se incrementa en comparación con la de PV. Otro estudio del NREL muestra que una cartera de energías renovables que incluye CSP con almacenamiento provee una flexibilidad de funcionamiento que puede permitir tanto una mayor penetración PV como una reducción de la inversión en la generación de combustibles fósiles.
El interés actual en CSP con almacenamiento de energía térmica está aumentando debido a la espectacular penetración de las energías renovables que se espera pronto en los sistemas de energía en el mundo y especialmente en los países árabes (véase aquí y aqui). Por ejemplo, Dubai ha seguido el camino de Abu Dhabi, con planes para producir 1.000 MW en el Parque Solar de Mohammed bin Rashid Al Maktoum en 2030. Arabia Saudí, por su parte, se está preparando para un programa solar masivo que aspira a 41 gigavatios de capacidad de generación en 2032. Según fuentes del sector, las licitaciones de los primeros cientos de megavatios de este programa son inminentes. Marruecos ha adjudicado los primeros contratos para la planta de Ourzazate de 500MW (véase aquí) y que entra en su plan de 6.000 MW de energía renovable para el año 2020. Jordania y Omán también tienen ambiciosos planes solares.
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