En julio de este año,
como parte de la reforma del sector eléctrico, el gobierno elaboró un proyecto de Real Decreto para regular el autoconsumo en el que se establece que los
consumidores eléctricos acogidos a autoconsumo deberán hacer frente a los
costes del sistema eléctrico, al igual que el resto de los consumidores, creando
para ello un peaje de respaldo que deberán pagar estos consumidores por la
energía autoconsumida de forma instantánea sin llegar a ser requerida o
introducida en el sistema.
Este proyecto de Real
Decreto fue remitido a la Comisión Nacional de Energía (CNE) para que realizase
un informe sobre el mismo, informe que hizo público a principios de este mes y
en el que considera que el establecimiento de un peaje de respaldo a los
consumidores acogidos a las modalidades de autoconsumo es discriminatorio e impedirá el desarrollo del autoconsumo, ya que repercute sobre el peaje de
respaldo todos los costes del conjunto del sistema, pero no tiene en cuenta
ninguna de las ventajas de la generación distribuida.
Argumentan que la
propuesta considera que el autoconsumo no reduce los costes de mantenimiento de
las redes de transporte y distribución, ni los costes imputados en los peajes
de acceso que no tienen que ver con el suministro, y por ello se incluyen en el peaje de respaldo el término variable de los peajes de acceso y los costes
derivados de los pagos por capacidad y de los servicios de ajuste. La CNE
considera que el término variable de los peajes de acceso no tiene una relación
directa con los costes hundidos que se quieren recuperar, por lo que esta
medida supondría una discriminación con respecto a otros consumidores que no
pagarían este término variable por la energía que pudiesen ahorrar. Con
respecto a los pagos por capacidad, estos tienen dos componentes, el pago a la
inversión, con el objetivo de incentivar la instalación de nueva capacidad de
generación para mantener el equilibrio con la demanda, y el pago a la
disponibilidad, que incentiva el equilibrio entre generación y demanda en el
medio plazo. El autoconsumo, al evitar inversiones en generación en el largo
plazo, también contribuye a mantener el equilibrio entre oferta y demanda de
electricidad, mientras que no se beneficia del equilibrio entre generación y
demanda en el medio plazo en el caso de instalaciones de generación
gestionables, aunque sí se podría beneficiar el autoconsumo basado en
instalaciones renovables no gestionables. De todos modos, los generadores no
gestionables no pagan por este servicio, por lo que consideran que imputar este
coste únicamente a los generadores para autoconsumo también sería
discriminatorio. Con respecto a los servicios de ajuste, necesarios para
mantener el equilibrio entre demanda y generación en el corto plazo, la
regulación promueve la compensación de los desvíos. En la energía neta ya se
paga el coste del desvío neto entre la demanda y la generación ubicadas en el
mismo punto de la red, por lo que también consideran discriminatorio que la energía
autoconsumida deba pagar por unos servicios o desvíos que no ocasionan costes
al sistema, al netearse con su propia demanda.
Por otra parte, en el peaje de respaldo no se deducen los beneficios sociales asociados al
autoconsumo, como la reducción de pérdidas de energía en la red (lo que
incrementa la eficiencia del sistema), la reducción de las inversiones netas en
el sistema, la menor dependencia energética o el menor impacto ambiental.
Además, consideran que el peaje de respaldo propuesto es muy elevado, lo que
hará inviable económicamente el autoconsumo.
De todos modos, entienden
que los consumidores con autoconsumo sí deberían pagar dos tipos de peajes:
- Peajes por la energía
consumida y no producida por su instalación: deberían pagar los peajes de
transporte y distribución que se establezcan, así como los cargos
correspondientes por los costes regulatorios, para los que proponen un diseño
mediante un término fijo por cliente y año.
- Peajes por la energía
excedentaria producida y vertida a la red: deberían pagar los peajes de
generación por la energía que les sobre y viertan en la red.
Los agentes del sector
también han reaccionado ante esta nueva regulación. Así, la Asociación Española
de la Industria Eléctrica (UNESA) considera que lo discriminatorio sería no aplicar el peaje al autoconsumo, ya que los autoconsumidores están obligados,
como cualquier consumidor eléctrico, a cubrir los costes regulados del sistema
(primas y costes de red), de modo que si no se establece un peaje estos costes
recaerían sobre el resto de consumidores, que tendrían que pagar más en
concepto de costes regulados. Comparan este peaje con las contribuciones a la Seguridad Social de las personas con un seguro médico privado, de modo que si
quienes optan por un seguro médico privado no dejan de cotizar a la Seguridad
Social, quienes deciden consumir energía autoproducida no pueden dejar de pagar
los peajes que les corresponden. Además, consideran que los peajes no harán
inviables las instalaciones de autoconsumo, simplemente alargarán el período de
recuperación de la inversión. Por su parte, la Asociación Española para la
Promoción de la Cogeneración (COGEN) ha pedido al gobierno que elimine el peaje de respaldo, ya que considera que encarece desproporcionadamente el
autoconsumo, eliminando cualquier posibilidad de competir frente al suministro
de la red, e impide obtener una remuneración por los eventuales excedentes,
obligando a cederlos gratuitamente. Asimismo, la Unión Española Fotovoltaica
(UNEF) ha anunciado que recurrirá el peaje al autoconsumo si se aprueba en los términos actuales, argumentando que encarecerá el autoconsumo hasta hacerlo más caro que el suministro convencional y eliminará la única opción que tenía el sector fotovoltaico para sobrevivir a corto plazo en España. Por su parte, la
Comisión Nacional de la Competencia (CNC) también considera el peaje discriminatorio,
pero el gobierno ha argumentado que no hay motivos para tener en cuenta estas recomendaciones, ya que si un usuario de una instalación de autoconsumo se
engancha a la red significa que puede utilizarla en un determinado momento, por
lo que es lógico que la pague y no que se la paguen los demás.
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