Dos de los países con mayor crecimiento de capacidad renovable, España y Alemania, han apostado por un sistema de fomento de este tipo de energías basado en las tarifas garantizadas (feed-in-tariffs, FITs). Ambos países van en camino de cumplir con los objetivos europeos de consumir al menos un 20% de la energía mediante fuentes renovables para el 2020. No obstante, los costes del sistema de apoyo se elevan con el éxito del mismo programa – más generación renovable significa más tarifas a pagar a los generadores renovables. En mi entrada de hoy me quiero dedicar a unas propuestas recientes del gobierno alemán a controlar estos costes.
Alemania e España son los dos países europeos con mayor capacidad renovable (ver cifras alemanas y cifras españolas). Además, ambos países tienen problemas de financiar sus sistemas de FITs. España promulgó una moratoria para nuevas instalaciones. En Alemania hasta ahora no optaron por una acción tan impactante, pero la situación es comparable en algunos aspectos. En Alemania los feed-in-tariffs están financiados por una contribución de los consumidores de electricidad. Con la capacidad renovable creciendo, hubo que aumentar ese recargo porcentual al precio final. Además, la capacidad elevada renovable tiene tendencia de bajar el precio final de la electricidad. Este fenómeno se llama el “efecto merit order” que describo en mi entrada anterior. Los consumidores suelen ser beneficiarios de una reducción de los precios de mercado, pero a la vez se aumentan los costes del sistema, porque la diferencia de la tarifa garantizada para la generación renovable y el precio de mercado crece. (Se explica este concepto en un reciente blog en El Pais). Por ello, a finales de 2012, hubo que aumentar el recargo para financiar el sistema de apoyo renovable de un 50%. Ahora está en 5,28 céntimos por kWh, aumentando el precio final de electricidad.
Hay que tener en cuenta que en Alemania hay elecciones en otoño y los aumentos de los precios de bienes básicos (como la energía) son especialmente impopulares en estos tiempos. Como consecuencia, el ministro de energía Peter Altmeier lanzó recientemente varias propuestas para controlar el crecimiento del recargo para financiar los FITs. Como España tiene un sistema de apoyo renovable muy parecido, son de interés estas ideas.
En primer lugar el ministro alemán de energía Altmeier opina que un problema fundamental del sistema actual es la ausencia de un límite preliminar en el presupuesto. Cualquier aumento en generación renovable recibirá la prima fija. El presupuesto se orienta solamente en la cantidad producida. Altmeier propone cambiar esto. El ministro propone garantizar que el recargo para los consumidores sea fijo en los 5,28 céntimos por kWh hasta el 2014 y después de esta fecha solamente puede crecer un 2,5% por año. Para conseguir esto se propone un mix de medidas que surtan efecto de forma temporal o como estabilizadores condicionales (que solamente entran en vigor si hay una cantidad de tarifas a pagar inesperadamente alta). Las medidas más importantes son las siguientes:
• En el caso de generación renovable alta (que requeriría una recargo por encima de los límites mencionados arriba), los generadores no recibirán tarifas hasta que la cuenta del sistema se equilibre de nuevo. Esto puede significar que los últimos meses del año ya no se paguen tarifas. Esta flexibilidad solamente se aplicaría a instalaciones nuevas (construidas después de una posible reforma) para no perjudicar la confianza de los inversores – tocar la regulación de capacidad ya instalada significaría un cambio de acuerdos después de la realización de la inversión. Esto resultaría en imprevisibilidad e inseguridad para inversores – algo que se quiere evitar porque el sistema de apoyo basado en FIT vive del hecho de ofrecer seguridad y previsibilidad para los inversores. Por esto no se tocará las primas garantizadas de capacidad ya instalada. Solamente se les pide una contribución temporal a los generadores viejos.
• Algunos grandes consumidores de electricidad no contribuyeron al sistema hasta ahora. Está previsto reducir esas excepciones para los grandes consumidores industriales, dada la tendencia de disminución de los precios de la electricidad en los últimos años. Se considera que esto no dañara a la industria alemana en gran medida.
• Hasta ahora el consumo propio de electricidad no ha sido sujeto al recargo del sistema de apoyo. Se prevé aplicar un recargo en este área también, aunque no se concreta cómo y cuánto.
• Está previsto instalar una reserva financiera más flexible para tener más margen de reaccionar a tendencias extremas temporales.
Los alemanes siguen apostando por las renovables y la mayoría de la población sigue pensando de manera positiva de su sistema de FITs. Los alemanes están muy concienciados con el medio ambiente, rechazan la energía nuclear y reconocen que su programa de apoyo renovable, a través de FITs, convirtió al país en el mayor generador de electricidad renovable de Europa. No obstante, se sabe que la sostenibilidad del sistema actual está amenazada con la creciente capacidad renovable que ha resultado en una explosión del presupuesto y por lo tanto se reconoce la necesidad de una reforma. Las propuestas citadas arriba son las primeras ideas. Es dudoso que estas propuestas se conviertan en una ley antes de las elecciones de otoño. Pero son un indicador claro de que habrá una reforma significativa en el medio plazo en Alemania. Además, las características de las propuestas actuales dan una idea por dónde van a ir los tiros.
Alemania e España son los dos países europeos con mayor capacidad renovable (ver cifras alemanas y cifras españolas). Además, ambos países tienen problemas de financiar sus sistemas de FITs. España promulgó una moratoria para nuevas instalaciones. En Alemania hasta ahora no optaron por una acción tan impactante, pero la situación es comparable en algunos aspectos. En Alemania los feed-in-tariffs están financiados por una contribución de los consumidores de electricidad. Con la capacidad renovable creciendo, hubo que aumentar ese recargo porcentual al precio final. Además, la capacidad elevada renovable tiene tendencia de bajar el precio final de la electricidad. Este fenómeno se llama el “efecto merit order” que describo en mi entrada anterior. Los consumidores suelen ser beneficiarios de una reducción de los precios de mercado, pero a la vez se aumentan los costes del sistema, porque la diferencia de la tarifa garantizada para la generación renovable y el precio de mercado crece. (Se explica este concepto en un reciente blog en El Pais). Por ello, a finales de 2012, hubo que aumentar el recargo para financiar el sistema de apoyo renovable de un 50%. Ahora está en 5,28 céntimos por kWh, aumentando el precio final de electricidad.
Hay que tener en cuenta que en Alemania hay elecciones en otoño y los aumentos de los precios de bienes básicos (como la energía) son especialmente impopulares en estos tiempos. Como consecuencia, el ministro de energía Peter Altmeier lanzó recientemente varias propuestas para controlar el crecimiento del recargo para financiar los FITs. Como España tiene un sistema de apoyo renovable muy parecido, son de interés estas ideas.
En primer lugar el ministro alemán de energía Altmeier opina que un problema fundamental del sistema actual es la ausencia de un límite preliminar en el presupuesto. Cualquier aumento en generación renovable recibirá la prima fija. El presupuesto se orienta solamente en la cantidad producida. Altmeier propone cambiar esto. El ministro propone garantizar que el recargo para los consumidores sea fijo en los 5,28 céntimos por kWh hasta el 2014 y después de esta fecha solamente puede crecer un 2,5% por año. Para conseguir esto se propone un mix de medidas que surtan efecto de forma temporal o como estabilizadores condicionales (que solamente entran en vigor si hay una cantidad de tarifas a pagar inesperadamente alta). Las medidas más importantes son las siguientes:
• En el caso de generación renovable alta (que requeriría una recargo por encima de los límites mencionados arriba), los generadores no recibirán tarifas hasta que la cuenta del sistema se equilibre de nuevo. Esto puede significar que los últimos meses del año ya no se paguen tarifas. Esta flexibilidad solamente se aplicaría a instalaciones nuevas (construidas después de una posible reforma) para no perjudicar la confianza de los inversores – tocar la regulación de capacidad ya instalada significaría un cambio de acuerdos después de la realización de la inversión. Esto resultaría en imprevisibilidad e inseguridad para inversores – algo que se quiere evitar porque el sistema de apoyo basado en FIT vive del hecho de ofrecer seguridad y previsibilidad para los inversores. Por esto no se tocará las primas garantizadas de capacidad ya instalada. Solamente se les pide una contribución temporal a los generadores viejos.
• Algunos grandes consumidores de electricidad no contribuyeron al sistema hasta ahora. Está previsto reducir esas excepciones para los grandes consumidores industriales, dada la tendencia de disminución de los precios de la electricidad en los últimos años. Se considera que esto no dañara a la industria alemana en gran medida.
• Hasta ahora el consumo propio de electricidad no ha sido sujeto al recargo del sistema de apoyo. Se prevé aplicar un recargo en este área también, aunque no se concreta cómo y cuánto.
• Está previsto instalar una reserva financiera más flexible para tener más margen de reaccionar a tendencias extremas temporales.
Los alemanes siguen apostando por las renovables y la mayoría de la población sigue pensando de manera positiva de su sistema de FITs. Los alemanes están muy concienciados con el medio ambiente, rechazan la energía nuclear y reconocen que su programa de apoyo renovable, a través de FITs, convirtió al país en el mayor generador de electricidad renovable de Europa. No obstante, se sabe que la sostenibilidad del sistema actual está amenazada con la creciente capacidad renovable que ha resultado en una explosión del presupuesto y por lo tanto se reconoce la necesidad de una reforma. Las propuestas citadas arriba son las primeras ideas. Es dudoso que estas propuestas se conviertan en una ley antes de las elecciones de otoño. Pero son un indicador claro de que habrá una reforma significativa en el medio plazo en Alemania. Además, las características de las propuestas actuales dan una idea por dónde van a ir los tiros.
Muy interesante. Ahora bien, la diferencia fundamental de lo que plantea Alemania y lo que ya está sucediendo en el Estado:
ResponderEliminar1. Alemania se plantea poner un límite de generación renovable, de forma que podría ocurrir, en caso de alta generación, que los últimos meses del año no se cobrara --> Esto ya se ha hecho en España (y de forma RETROACTIVA).
2. La flexibilidad se aplicaría únicamente a instalaciones nuevas --> En España se ha hecho de forma RETROACTIVA, consiguiendo justo lo que Alemania quiere evitar (perjudicar la confianza de los inversores) y además generando un verdadero problema de liquidez entre los inversores.
Así nos va.
Hola Elisa!
Eliminarme gustaría dar una respuesta breve. En Alemania tienen pensado aplicar el límite de horas solamente a instalaciones nuevas, tal y cual como comentas. Pero también se les pedirá una contribución a los generadores renovables existentes para poder mantener el recargo en los 5,28 céntimos por kWh hasta el 2014. Pero esta contribución será de forma de un pago extraordinario (y todavía no se detalla concretamente las características de esta contribución).
Sabemos que las medidas son solamente propuestas actualmente. Serán sujeto de discusión y negociación durante los próximos meses (y posiblemente años).