El próximo martes 19 de febrero, el Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ENVI) vota sobre la propuesta de enmienda de la Directiva de Comercio de Derechos de Emisión elaborada por la Comisión, que permitiría retrasar la subasta de un determinado volumen de derechos de la Fase III (back- loading.).
A pesar de que cuando se definió el techo de emisiones para el periodo 2008-2012 (ETS II) éste era ambicioso, la crisis que está atravesando Europa ha hecho que el mercado haya experimentado una creciente sobreoferta de derechos de emisión y, con ella, una bajada en los precios de los mismos. Las emisiones anuales de los sectores cubiertos por la Directiva se han situado desde 2009 en torno a los 1.900 Mt/año, estando la asignación gratuita siempre por encima. Si a esta oferta se añaden los volúmenes fase II subastados, los del NER300, las subastas tempranas realizadas en 2012 para la Fase III, y la compra de créditos de carbono (CERs o ERUs), al final de 2012 la sobreoferta de derechos acumulada que pasa a la Fase III supera los 1.800Mt. La caída de precio del EUA desde los 20-30€/t a los que cotizaba durante buena parte de 2008, hasta los 5€/t a los que lo hace hoy, hace dudar sobre la eficacia de un sistema que debería empujar a Europa en su camino hacia una economía baja en carbono, con una industria más eficiente en su consumo energético y un sector eléctrico más limpio.
La Comisión, consciente del problema, lleva tiempo tratando de encontrar soluciones y enfrentándose a la difícil operativa comunitaria, que provoca avances y retrocesos sucesivos que prolongan la situación de incertidumbre. Tras no conseguir el Parlamento a principios del pasado julio adoptar una subida de los objetivos del 20% actual al 30% (que hubiese sido la solución más directa y limpia), la Comisión ha optado por emprender un camino algo más tortuoso, en fases. Su propuesta final, incluye acciones temporales que sorteen la problemática del corto plazo y que puedan ser implementadas de una manera relativamente rápida (backloading de derechos), y acciones encaminadas a conseguir una reforma estructural, que deberán ser implantadas después. Varias de estas medidas, que harían permanentes las soluciones temporales que se hubiesen adoptado, son propuestas por la Comisión para su discusión en un informe publicado el 14 de noviembre sobre el estado del mercado europeo de carbono.
La votación del martes es el primer paso formal, tras la elaboración de la propuesta de la Comisión, para la aprobación de las medidas de corto plazo: la propuesta de modificación de la Directiva que permite hacer el backloading, debe ser adoptada en codecisión, esto es, con soporte del Parlamento y del Consejo. Si el ENVI sale con un voto favorable a la propuesta, ésta todavía tendrá que votarse en el pleno del Parlamento el 15 de abril. El Consejo, que debería dar su aprobación después, sólo necesitaría mayoría cualificada para ello (un 72%), por lo que no sería susceptible de veto ni siquiera por un país grande. Polonia ha estado oponiéndose a cualquier tipo de arreglo del ETS (Polonia, que, por cierto, va a albergar la próxima Cumbre del Clima), pero sólo sus votos no podrían obstaculizar el proceso. Lo preocupante es que Alemania aparece dividida, así que, aunque la opinión generalizada es que terminará aprobándose, incertidumbres y potenciales retrasos pueden seguir castigando los precios.
Una vez que la modificación de la Directiva esté aprobada, es necesario modificar también el reglamento de subastas, para introducir los cambios en el calendario. La propuesta para la modificación del reglamento de subastas deberá ser aprobada por el Comité de Cambio Climático, en un proceso mucho más sencillo. Aunque tampoco faltará la discusión aquí: debates previos entre Estados han evidenciado la falta de acuerdo, no sólo por parte de los que no quieren hacer backloading, sino también por otros, como UK, a los que los 900MillEUAs propuestos por la Comisión les parecen poco. Aún queda un largo camino.
La escasa agilidad demostrada por la UE, pone en peligro sus mismas políticas, así como los sistemas innovadores, pioneros y valientes que desarrolla. Europa tiene muchas razones para seguir apoyando la lucha contra el cambio climático. Y no hay que perder de vista la fundamental, sobre la que nos llamaba la atención Juan Añel en el último workshop de Economics for Energy. Cuando andábamos enredados en el detalle de cuál es el método óptimo y cuál el más factible, o en cuales eran los intereses particulares o las motivaciones de los diferentes agentes, nos devolvió el fundamento: el cambio climático se mide, y aumenta, y también los desastres naturales que acarrea.
(Revelador, por cierto, en este sentido, un informe publicado recientemente por la universidad de Harvard, encargado por la CIA, en el que le confirma que el Cambio Climático es un tema de Seguridad Nacional).
Sólo una pequeña nota acerca de mi post de ayer: Acaba de terminar la votación del Comité de Medio ambiente del Parlamento, y ha sido positiva al Backloading. Aún queda camino, pero sin este paso al ETS le hubieran quedado pocas oportunidades.
ResponderEliminar