Misión cumplida para el avión solar suizo “Solar impulse” que despegó la mañana del viernes pasado del aeropuerto de Rabat-Sale (Marruecos), para aterrizar en el aeropuerto Madrid-Barajas, antes de regresar a su punto de partida en Suiza. Este primer viaje intercontinental ha sido un punto de inflexión en el uso de la energía solar y abre perspectivas prometedoras para el futuro. Este avión revolucionario, que vuela día y noche sin combustible y sin emisiones contaminantes, se ha ganado un vuelo intercontinental en primer lugar. Este viaje coincidió con el inicio de la construcción en la región de Ouarzazate (528 km al sur de Rabat) de la planta termosolar más grande que se haya construido hasta la fecha. La planta de energía solar térmica se basa en la energía solar concentrada (CSP) con colectores cilindro-parabólicos con almacenamiento de calor solar, y se espera que produzca 160 MW en su primera fase y 500 MW para el año 2015.
El contrato para la planta de 160 MW, será el primero en ser otorgado por Masen (la Agencia de la Energía Solar de Marruecos) en el marco del denominado Plan Solar Marroquí, que tiene como objetivo atraer inversiones por valor de 9.000 millones de dólares para producir 2 GW de energía solar para el año 2020, que corresponde al 38% de la capacidad actual instalada de generación eléctrica.
Frente a una demanda de electricidad, que se eleva a una tasa anual del 7%, y un déficit comercial por la fuerte dependencia de las importaciones de combustibles fósiles, la apuesta por las energías renovables en Marruecos es una decisión estratégica, que se basa tanto en el control del consumo y la capacidad de las instalaciones de generación, como en las actuaciones llevadas a cabo para un mejor uso de la electricidad (auditorías energéticas, el uso de lámparas de bajo consumo...).
Teniendo en cuenta la dinámica del crecimiento económico, la finalización del programa general de electrificación rural (PGER) y el desarrollo de la penetración de los electrodomésticos, el consumo de electricidad seguirá creciendo a buen ritmo. El Ministerio de Energía y Minas Marroquí (MEM) establece que el consumo se duplicará en 2020, pasando de alrededor de 26.000 GWh por año en 2010 a 52.000 GWh en 2020. Además, estima que este nivel de consumo podría casi cuadruplicarse en el año 2030, alcanzando los 95.000 GWh.
Contra de estos pronósticos, como parte de la estrategia energética nacional, se han aplicado los planes de acción a corto (2009-2012), medio (2013-2019) y largo plazo (2020-2030).
Cabe destacar que Marruecos tiene la intención de beneficiarse claramente de sus fuentes disponibles de energías renovables, y es por eso, por su visión en el medio plazo (2013-2019), que tiene previsto promover un mix energético basado en la investigación del uso del carbón, el aumento de las energías renovables y el desarrollo del gas natural. Así que para el 2020, la estructura de la capacidad instalada se reconfigurará en favor de las energías renovables y el gas natural, es decir, de la energía limpia.
En concreto, Marruecos seguirá utilizando carbón, pero el porcentaje de este combustible, que ahora es del 29% pasará al 27% en 2020, después de haber aumentado hasta el 35% en 2015. Respecto al fuel, muy caro y contaminante, su cuota se reducirá de un 27% actual al 19% en 2015, y a sólo el 10% en 2020. En contraste, la proporción de energía limpia será mayor: el gas natural se incrementará del 11% al 21% en 2020; el viento, del 4% al 14% y la energía solar, del 0% al 14%, después de alcanzar el 5% de producción en el año 2015. En total, la capacidad instalada para el año 2020 será hasta en un 63% energía limpia.
Para ello, se han establecido leyes para promover y apoyar estos objetivos. En este sentido la ley 13-09, sobre producción de energía renovable, abre (a partir de fuentes renovables) las puertas a la competencia. Así, un inversor interesado en construir un parque eólico, por ejemplo, ya no está restringido por la limitación de la capacidad instalada, como ocurría con la ley la anterior. Por otra parte, en la Ley 57-09 se establece una agencia dedicada a la energía solar (Agencia Marroquí de Energía Solar, MASEN) y se pone en marcha una estructura para promover la investigación y el desarrollo de las energías renovables, como es el caso del Instituto para la Investigación sobre la energía solar y renovable (IRESEN).
A pesar de estos esfuerzos en el país, los defensores de las renovables tienen un gran desafío por delante, especialmente ahora que la zona Mediterránea pasa por una incertidumbre económica y agitación política. Sin embargo, el Mediterráneo no está exento de una cierta esperanza, si bien la crisis financiera podría haber reducido las posibilidades de que los fondos gubernamentales sean dirigidos para proyectos de energía solar o eólica, las oportunidades para los inversores y los clientes siguen siendo reales. Algunos líderes de la región están surgiendo desde el Sur del Mediterráneo, con soluciones viables para el uso doméstico e internacional.
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