Durante las últimas semanas distintos medios de comunicación se han hecho eco de las noticias sobre la disminución del tráfico en las carreteras españolas (aquí, aquí o aquí). Generalmente, se atribuye esta situación a los efectos de la crisis y los precios de los combustibles. Sin embargo, hace algún tiempo ‘The Economist’ publicaba un artículo en donde se apuntaban otras posibles razones que podrían estar contribuyendo a esta situación, en Reino Unido. Estas causas estarían relacionadas con un posible cambio en las preferencias de los ciudadanos sobre como emplear su tiempo libre, es decir, hacen referencia a un cambio en el comportamiento de los agentes que hace que estos estén menos dispuestos a coger el coche. Pues bien, en esta entrada revisaré cuales son esos motivos y, en la medida de lo posible, si también pueden estar contribuyendo a la disminución del tráfico rodado en las carreteras españolas.
En primer lugar, el gráfico que se presenta a continuación con datos de EUROSTAT, muestra el porcentaje de pasajeros en coche para Alemania, España y Reino Unido, desde 1990 hasta 2008. En él puede constatarse que, a pesar de que la magnitud no es muy importante, la caída del ratio comenzó antes de los años de crisis.
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Los cambios en la sociedad que se apuntaban en el artículo como posibles causantes de esta tendencia están relacionados, por un lado, con la disminución de los viajes que se hacen para ir a comprar y, por otro, con la disminución de los viajes de carácter social como visitas. En primero lugar, el aumento del tiempo de conservación de los alimentos y el tamaño de los electrodomésticos para almacenarlos, hacen que no sea necesario ir al supermercado con tanta frecuencia. Además, los avances informáticos, han hecho posible que cada vez más gente realice sus compras por internet. Estos avances informáticos serían también la explicación de que la gente coja menos el coche para hacer visitas a familiares y amigos u otro tipo de viajes sociales. En el artículo se apunta la proliferación de las redes sociales, los teléfonos móviles o, las páginas web que ofrecen películas y otras formas de entretenimiento como factores que disminuyen la necesidad de coger el coche y hacen que la gente opte por quedarse en casa.
Para comprobar si, a priori, los datos sostienen esta hipótesis, la tabla que se muestra a continuación compara los datos de la ‘Encuesta de Empleo del Tiempo Libre’, disponible en el INE, realizada entre los periodos 2002/2003 y 2009/2010. En ella se refleja el porcentaje de personas que realizan la actividad correspondiente en el transcurso del día y la duración media diaria (DMD) dedicada a dicha actividad.
Desafortunadamente el nivel de desagregación de estos datos no permite sacar conclusiones claras. Las variaciones van en la dirección planteada pero la magnitud de los cambios no es muy importante. Además, la segunda encuesta coincide con los años de la crisis, lo que podría, una vez más, ser la causa de estas variaciones en el caso de España, y no tanto un cambio de comportamiento.
En cualquiera de los casos, y aunque los datos disponibles no desprenden demasiada luz sobre el tema, no parece tan raro esperar cambios en el comportamiento debido a los cambios en la sociedad, como indica el artículo, y sería muy interesante abrir una línea de análisis que estudie con más detalle qué parte de la disminución en el transporte se debe a otros factores que en la actualidad se atribuyen a la crisis. Esto tendría unos efectos considerables sobre las políticas de transporte que tienen por objetivo controlar las emisiones procedentes de los vehículos, ya que la situación en base a la que se diseñan estas políticas, ya no sería la misma, sino que debería incorporar estas nuevas tendencias.
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