Los estudios recientes del IPCC y de la IEA indican que la ventana para poder limitar el cambio climático a un aumento de temperaturas de no más de dos gados se está cerrando. Las predicciones más recientes de la IEA estiman que la temperatura global media se va a incrementar en 3,5 grados aunque los países cumplan las medidas acordadas en las últimas cumbres climáticas. Obviamente, estas cifras son preocupantes.
En la UE se están tomando muchas medidas para reducir las emisiones. La UE es la primera región internacional con un mercado de emisiones funcional (EU-ETS), y muchos países tienen extensos programas de apoyo directo a las renovables. En una entrada anterior ya mencioné los posibles problemas e interacciones que pueden surgir entre los dos instrumentos. En esta entrada me quiero dedicar en más detalle a los programas de promoción de las renovables.
En la UE se están tomando muchas medidas para reducir las emisiones. La UE es la primera región internacional con un mercado de emisiones funcional (EU-ETS), y muchos países tienen extensos programas de apoyo directo a las renovables. En una entrada anterior ya mencioné los posibles problemas e interacciones que pueden surgir entre los dos instrumentos. En esta entrada me quiero dedicar en más detalle a los programas de promoción de las renovables.
La promoción directa de las renovables tiene como objetivo principal acelerar el crecimiento y los avances tecnológicos del sector para conseguir reducciones de costes y una mejor competitividad de las energías renovables. Generalmente se distinguen dos tipos de sistemas de promoción para las renovables: el apoyo directo a la innovación (I+D) y los esfuerzos para aumentar su despliegue. Ambos métodos contribuyen a reducir los costes de generar energía renovable; el I+D de una manera directa (“learning by research”), y despliegue por el “learning by doing”. El “learning by doing” provoca un crecimiento de la industria, ganancias de escala y avances tecnológicos obtenidos por la experiencia de haber incrementado la producción e instalación.
La UE ha concentrado sus esfuerzos en el despliegue rápido de las renovables. Esto es evidente por los sistemas de tarifas tipo feed-in (FIT) o certificados aplicados en los países de la UE que sirven para conseguir el objetivo de que un 20% de la energía final provenga de las renovables para 2020 (tal y como se estableció en la estrategia europea de crecimiento sostenible). Está concentración en medidas de despliegue y los relativamente pocos esfuerzos en I+D es criticable. Hay un consenso en la literatura científica sobre la conveniencia de una buena mezcla de ambos tipos de promoción, despliegue e innovación (IPCC, 2011; IEA, 2008; Newell y Fischer, 2008). Es preferible una combinación de ambas porque las dos formas de promoción funcionan de maneras distintas.
La UE ha concentrado sus esfuerzos en el despliegue rápido de las renovables. Esto es evidente por los sistemas de tarifas tipo feed-in (FIT) o certificados aplicados en los países de la UE que sirven para conseguir el objetivo de que un 20% de la energía final provenga de las renovables para 2020 (tal y como se estableció en la estrategia europea de crecimiento sostenible). Está concentración en medidas de despliegue y los relativamente pocos esfuerzos en I+D es criticable. Hay un consenso en la literatura científica sobre la conveniencia de una buena mezcla de ambos tipos de promoción, despliegue e innovación (IPCC, 2011; IEA, 2008; Newell y Fischer, 2008). Es preferible una combinación de ambas porque las dos formas de promoción funcionan de maneras distintas.
Típicamente hay un fallo de mercado en el I+D de la manera que el nivel de investigación por las empresas está por debajo del económicamente eficiente. Esto es porque las mismas empresas no esperan recuperar su inversión en I+D en el futuro y/o porque estiman que los beneficios se producirán en un futuro lejano. Por esto hay generalmente una falta de I+D en tecnologías poco maduras, donde hace falta todavía mucho tiempo y esfuerzo investigador hasta conseguir una comercialización rentable. A la vez, estudios recientes indican que las inversiones en I+D llevan a mayores reducciones de costes que los esfuerzos de incrementar la colocación (FITs por ejemplo) para las tecnologías inmaduras. Para las tecnologías más maduras ocurre lo contrario; aquí las políticas de despliegue inducen a más reducciones de costes que el I+D. (link al estudio académico de Jamasb y Köhler)
Esto significa lo siguiente: primero, hace falta una intervención pública para corregir el fallo de mercado de la investigación; segundo, la inversión en I+D consigue mejores resultados que los esfuerzos de incrementar la colocación para ciertas tecnologías (las inmaduras); tercero, como consecuencia, la política de promoción de renovables debería orientar el mix de I+D y el despliegue según cada tecnología y su grado de madurez. Esto significa – en relación al sistema existente actualmente en Europa – una relativa mayor promoción en I+D (dirigido sobre todo a tecnologías menos maduras). La IEA en su “energy technology perspectives” estima que la cantidad necesaria de inversión en I+D para su "blue map" escenario mundial, un escenario que supone una reducción de emisiones globales del 50%, sería entre 2 y 5 veces más alta que la inversión actual.
Esto significa lo siguiente: primero, hace falta una intervención pública para corregir el fallo de mercado de la investigación; segundo, la inversión en I+D consigue mejores resultados que los esfuerzos de incrementar la colocación para ciertas tecnologías (las inmaduras); tercero, como consecuencia, la política de promoción de renovables debería orientar el mix de I+D y el despliegue según cada tecnología y su grado de madurez. Esto significa – en relación al sistema existente actualmente en Europa – una relativa mayor promoción en I+D (dirigido sobre todo a tecnologías menos maduras). La IEA en su “energy technology perspectives” estima que la cantidad necesaria de inversión en I+D para su "blue map" escenario mundial, un escenario que supone una reducción de emisiones globales del 50%, sería entre 2 y 5 veces más alta que la inversión actual.
Una política que distinga mejor entre los distintos grados de madurez de las tecnologías renovables y que ajuste el mix de promoción puede también evitar problemas como los que han tenido algunos países con la inclusión de tecnologías menos maduras en sus sistemas de tarifas feed-in (FITs). En España el fuerte crecimiento de instalación solar causó un aumento de costes del sistema de las tarifas feed-in que resultó en una moratoria de este sistema a principios de 2012 (no obstante los problemas en España son un poco más complejos, como puede observarse en una reciente entrada de Xiral en este blog). En Alemania, la promoción de la energía solar fotovoltaica (PV) representó un 38% de los costes totales del sistema de tarifas feed-in en 2010, mientras que su participación en la generación fue de solo de un 14%. Como consecuencia, el gobierno alemán bajó recientemente las tarifas de la solar PV de forma significativa.
Si el único objetivo de las políticas de promoción fuese aumentar la eficiencia (bajar costes) de las renovables para reducir las emisiones de CO2, el mix de promoción entre I+D y despliegue debería cambiarse. No obstante, un fuerte y rápido despliegue de capacidad renovable tiene otros efectos deseados: los denominados “beneficios auxiliares”. Estos son la independencia (seguridad) energética, la generación de empleo, la mejora del medioambiente (con consecuencias positivas para la salud, etc.). Parece evidente que los esfuerzos para incrementar el despliegue de las renovables conllevan más beneficios auxiliares que la promoción de I+D.
Si el único objetivo de las políticas de promoción fuese aumentar la eficiencia (bajar costes) de las renovables para reducir las emisiones de CO2, el mix de promoción entre I+D y despliegue debería cambiarse. No obstante, un fuerte y rápido despliegue de capacidad renovable tiene otros efectos deseados: los denominados “beneficios auxiliares”. Estos son la independencia (seguridad) energética, la generación de empleo, la mejora del medioambiente (con consecuencias positivas para la salud, etc.). Parece evidente que los esfuerzos para incrementar el despliegue de las renovables conllevan más beneficios auxiliares que la promoción de I+D.
Una entrada, de nuevo, clarificadora sobre un tema de interés en España y otros muchos países. Mucho de lo que está detrás de este post tiene que ver con la búsqueda de soluciones coste-efectivas. Sin embargo creo que es importante también, a la hora de orientar las políticas de learning by doing o learning by research, decidir adecuadamente cuáles son las tecnologías con más aplicabilidad potencial. No solo ver los costes, en fin, sino también su potencial.
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