20 junio, 2012

Ya hay acuerdo: Directiva Europea de Eficiencia Energética

Hace ya casi un mes me invitaron a un evento organizado por LECE en ESADE en el que se habló de eficiencia energética, y en particular de la propuesta de directiva europea en esta materia. Quizá lo más interesante de la jornada fueron los datos que dio la embajadora acerca del éxito de la política de eficiencia energética en su país, que les ha permitido crecer un 80% en su PIB desde 1980 manteniendo estable su consumo energético, y que quieren mantener a futuro, como muestra la estrategia energética de Dinamarca (otro ejemplo de país civilizado que hace planificación energética a largo plazo, algo de lo que España debe tomar ejemplo).
De hecho, y empujada seguramente por su buena experiencia, Dinamarca en su semestre de presidencia europea ha presionado mucho para que esta propuesta de directiva saliera adelante, pero parece que, para que se apruebe finalmente, ha habido que rebajar las expectativas: el pasado 14 de junio se alcanzó finalmente un acuerdo (todavía pendiente de ratificar), que según se estima sólo conseguirá un ahorro del 10% (frente al 20% inicialmente previsto), entre otras cosas porque la obligación de rehabilitar sólo afectará a los gobiernos centrales, y porque la obligación de reducir el 1.5% se puede reducir hasta en un 25%.
El que haya habido que aguar la Directiva no es que sea sorprendente: ya hace tiempo que apunté los "problemas" que tenía la propuesta : algunos técnicos, y otros políticos, como el enfrentarse a intereses muy poderosos. Esto ha hecho que la tramitación de la propuesta haya resultado compleja cuando menos, y haya resultado en importantes divergencias entre las partes que no se han podido cerrar en el acuerdo. Pero siguen quedando algunas cosas sorprendentes:
- la primera, que los estados miembros pidan flexibilidad, pero a la vez se opongan a cambiar un enfoque basado en medidas obligatorias a otro de objetivos obligatorios. Como todo buen economista u optimizador sabe, los objetivos son mucho más flexibles que las medidas. De hecho, el Parlamento Europeo seguía queriendo esta opción...
- la segunda, que los argumentos en contra de la Directiva se planteen desde el contexto de la crisis económica: precisamente en estos momentos es cuando la eficiencia en todos los sentidos, incluido el energético, cobra todo su significado. La eficiencia permitirá salir de la crisis de manera menos costosa, y ser más robustos frente a las siguientes cuando lleguen. El hecho de que la eficiencia requiera inversiones importantes de capital no me parece preocupante, teniendo en cuenta que mucha gente está dispuesta a invertir en ello si se le dan las garantías adecuadas (algo que, por otra parte, no contempla la Directiva). Quizá el cambio de énfasis de las políticas de austeridad a las de crecimiento que se está experimentando en Europa ayude en esto.
- la tercera, y relacionada con la anterior, el que la eficiencia se vea como un obstáculo para la competitividad. Los chinos, que no son tontos, tienen esto muy claro.
Precisamente porque la eficiencia es un elemento básico para salir de la crisis creo que, a pesar de todo, que la directiva es un paso en la dirección apropiada. Además, introduce algún elemento interesante, como la posibilidad de utilizar certificados blancos para cumplir con la obligación del 1,5%. Ahora lo que hay que conseguir es que se ponga en práctica de forma efectiva, algo que desgraciadamente todavía no se puede decir de la Directiva de eficiencia energética en edificios, sobre la que ya se ha comentado en este blog. Como decía antes, y a pesar de lo que se pueda haber hecho antes en materia de eficiencia en España (especialmente en el sector industrial) creo que todavía queda mucho por hacer, y la Directiva es un estímulo estupendo para ello.

2 comentarios:

  1. He leído este texto y al que hace referencia a la eficiencia en edificios. Me gustaría saber si realmente no es una aventura intentar que edificios ya construidos, en mi caso hace 20 años, emprendan medidas de aislamiento integral para ganar en eficiencia.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que puede parecer complicado, pero no lo es tanto, y de hecho se está haciendo. Tanto el Reino Unido como Alemania tienen programas muy ambiciosos de rehabilitación energética de edificios existentes, con buenos resultados. Lo interesante es combinar estos programas con otras mejoras necesarias en los edificios: por ejemplo, cuando hay que renovar la fachada (cuando la ITE lo manda, o cuando los vecinos lo quieren) es una ocasión perfecta para incluir aislamiento, a un coste razonable.

    ResponderEliminar

Los comentarios están sujetos a moderación. No se publicarán comentarios bajo el título de anónimo, pero sí con otro nombre.