En el informe anual de 2010 realizado por Economics for Energy se demostró que la intensidad energética española se encuentra todavía por debajo de la de otros países de nuestro entorno. Ana Ramos también dedicó una entrada del blog a este tema. Además, en el informe 2011 intentamos dar pistas sobre como España podría mejorar esta intensidad de la manera más eficiente, destacando sobre todo, las mejoras y avances en el sector residencial y transporte.
Recientemente se ha hablado en este blog del ahorro energético y de la eficiencia energética en las viviendas (aquí, aquí). Sin embargo, se ha escrito relativamente poco sobre el sector del transporte. Es por esto que, en la entrada de hoy, me quiero dedicar a este sector, y en particular al coche eléctrico. Para ello voy a combinar noticias recientes sobre mejoras tecnológicas con los resultados y cálculos de nuestro informe anual 2011. De esta manera intento analizar (con mucho cuidado) lo que podrían significar estas últimas noticias de electromovilidad para la demanda energética española.
El vehículo eléctrico no ha triunfado todavía en los mercados debido principalmente a las baterías disponibles actualmente, las cuales no se encuentran al nivel de permitir las mismas prestaciones, en cuanto a movilidad y alcance, en comparación con un coche convencional. Además, las baterías son muy caras y elevan el coste de los coches eléctricos - hoy en día, más o menos la tercera parte del coste de un coche eléctrico es la batería. Recientemente se publicó un informe de expertos de McKinsey en el cual se estima que los precios de las baterías de los coches eléctricos bajarían hasta unos 160 €/kWh para 2025 – actualmente los precios están en 400-550 €/kWh. Según el informe de McKinsey, estás reducciones se producirían por avances en tres áreas: la economía de escala en la fabricación de las mismas baterías, una reducción del precio de componentes y materiales, y nuevas tecnologías / formas de almacenamiento (Pedro también insinúa esto en su entrada del miércoles).
De esta manera los coches eléctricos podrían ya llegar a precios similares a los de los coches tradicionales para el año 2020. Con los precios de los combustibles altos, y los futuros impuestos más vinculados a las emisiones, el coche eléctrico podría llegar a la paridad de precio con coches de gasolina incluso antes en Europa - según estos datos de McKinsey. (Un gráfico del informe McKinsey que está reproducido en el Washington Post ilustra bien como la relación entre los precios de las baterías y los de la gasolina influyen en qué tipo de coche resulta más competitivo económicamente.)
¿Qué significaría un elevado uso de coches eléctricos e híbridos para la demanda energética en España? Esta es una pregunta complicada, de la que ya intentamos dar una respuesta en nuestro informe anual del 2011 sobre el potencial de ahorro energético en España. Para estos cálculos supusimos una cuota del mercado de +-40% para el coche eléctrico y/o híbrido hasta el año 2030, una cifra que no parece nada exagerada dadas estas últimas noticias sobre el precio de baterías de McKinsey (Aquí el 40% de cuota de mercado significa que el 40% de los desplazamientos que se hacen en coche privado serían en un eléctrico o híbrido). En el informe 2011 calculamos un ahorro anual de aproximadamente 15 TWh para el año 2030, debido al elevado uso del coche eléctrico e híbrido (según el escenario tecnológico-público del informe). 15 TWh al año equivale a 1.289.767 toneladas equivalente de petróleo, o a la producción anual de casi dos plantas nucleares españolas en 2011 (ver p. 48 del informe de Red Eléctrica Española).
No obstante, hay que tener mucho cuidado a la hora de evaluar este ahorro energético, y la cifra de 15 TWh en particular. Hace falta dar informaciones específicas sobre las suposiciones y cálculos que llevan a esta cifra. En primer lugar, hay que definir un escenario contrafactual para definir la situación de partida, es decir: cuántos coches eléctricos y/o híbridos están ya en el mercado antes y por cuánto aumenta esta cifra. Segundo, hay que considerar el cambio en el mix energético hasta el 2020, 2025, 2030, etc, así como el crecimiento general de la demanda energética. Los ahorros solamente son realizables si se aumenta la capacidad de generación eléctrica para poder cargar a todos estos coches eléctricos e híbridos, y 15TWh en 2030 no representan el mismo porcentaje de la demanda total que hoy en día. También influye fuertemente la eficiencia del sector eléctrico en el futuro. El cambio al coche eléctrico supone un ahorro energético mayor si la electricidad proviene de fuentes renovables con intensidad energética cercana a cero. Al contrario, el ahorro se reduce si la electricidad proviene de centrales térmicas de gas o carbón. Gran parte del ahorro identificado en nuestro trabajo se explica por esto. Finalmente, el número de desplazamientos para el 2030 influye - en nuestro escenario contamos con un aumento anual del 1,6% al año. Los detalles sobre todas estas consideraciones, que incidan altamente en el ahorro energético calculado para los coches eléctricos e híbridos, están disponibles en nuestro informe 2011.
En fin, hay muchas condiciones que hay que tener en cuenta evaluando las cifras del ahorro. El resultado descrito en los párrafos anteriores no debería ser interpretado como un número definitivo. Más bien, es un indicador del tamaño del potencial de ahorro que está dentro del sector transporte asociado a los coches eléctricos. Los avances en tecnología de almacenamiento de electricidad son una clave para poder aprovecharse de este potencial.
Recientemente se ha hablado en este blog del ahorro energético y de la eficiencia energética en las viviendas (aquí, aquí). Sin embargo, se ha escrito relativamente poco sobre el sector del transporte. Es por esto que, en la entrada de hoy, me quiero dedicar a este sector, y en particular al coche eléctrico. Para ello voy a combinar noticias recientes sobre mejoras tecnológicas con los resultados y cálculos de nuestro informe anual 2011. De esta manera intento analizar (con mucho cuidado) lo que podrían significar estas últimas noticias de electromovilidad para la demanda energética española.
El vehículo eléctrico no ha triunfado todavía en los mercados debido principalmente a las baterías disponibles actualmente, las cuales no se encuentran al nivel de permitir las mismas prestaciones, en cuanto a movilidad y alcance, en comparación con un coche convencional. Además, las baterías son muy caras y elevan el coste de los coches eléctricos - hoy en día, más o menos la tercera parte del coste de un coche eléctrico es la batería. Recientemente se publicó un informe de expertos de McKinsey en el cual se estima que los precios de las baterías de los coches eléctricos bajarían hasta unos 160 €/kWh para 2025 – actualmente los precios están en 400-550 €/kWh. Según el informe de McKinsey, estás reducciones se producirían por avances en tres áreas: la economía de escala en la fabricación de las mismas baterías, una reducción del precio de componentes y materiales, y nuevas tecnologías / formas de almacenamiento (Pedro también insinúa esto en su entrada del miércoles).
De esta manera los coches eléctricos podrían ya llegar a precios similares a los de los coches tradicionales para el año 2020. Con los precios de los combustibles altos, y los futuros impuestos más vinculados a las emisiones, el coche eléctrico podría llegar a la paridad de precio con coches de gasolina incluso antes en Europa - según estos datos de McKinsey. (Un gráfico del informe McKinsey que está reproducido en el Washington Post ilustra bien como la relación entre los precios de las baterías y los de la gasolina influyen en qué tipo de coche resulta más competitivo económicamente.)
¿Qué significaría un elevado uso de coches eléctricos e híbridos para la demanda energética en España? Esta es una pregunta complicada, de la que ya intentamos dar una respuesta en nuestro informe anual del 2011 sobre el potencial de ahorro energético en España. Para estos cálculos supusimos una cuota del mercado de +-40% para el coche eléctrico y/o híbrido hasta el año 2030, una cifra que no parece nada exagerada dadas estas últimas noticias sobre el precio de baterías de McKinsey (Aquí el 40% de cuota de mercado significa que el 40% de los desplazamientos que se hacen en coche privado serían en un eléctrico o híbrido). En el informe 2011 calculamos un ahorro anual de aproximadamente 15 TWh para el año 2030, debido al elevado uso del coche eléctrico e híbrido (según el escenario tecnológico-público del informe). 15 TWh al año equivale a 1.289.767 toneladas equivalente de petróleo, o a la producción anual de casi dos plantas nucleares españolas en 2011 (ver p. 48 del informe de Red Eléctrica Española).
No obstante, hay que tener mucho cuidado a la hora de evaluar este ahorro energético, y la cifra de 15 TWh en particular. Hace falta dar informaciones específicas sobre las suposiciones y cálculos que llevan a esta cifra. En primer lugar, hay que definir un escenario contrafactual para definir la situación de partida, es decir: cuántos coches eléctricos y/o híbridos están ya en el mercado antes y por cuánto aumenta esta cifra. Segundo, hay que considerar el cambio en el mix energético hasta el 2020, 2025, 2030, etc, así como el crecimiento general de la demanda energética. Los ahorros solamente son realizables si se aumenta la capacidad de generación eléctrica para poder cargar a todos estos coches eléctricos e híbridos, y 15TWh en 2030 no representan el mismo porcentaje de la demanda total que hoy en día. También influye fuertemente la eficiencia del sector eléctrico en el futuro. El cambio al coche eléctrico supone un ahorro energético mayor si la electricidad proviene de fuentes renovables con intensidad energética cercana a cero. Al contrario, el ahorro se reduce si la electricidad proviene de centrales térmicas de gas o carbón. Gran parte del ahorro identificado en nuestro trabajo se explica por esto. Finalmente, el número de desplazamientos para el 2030 influye - en nuestro escenario contamos con un aumento anual del 1,6% al año. Los detalles sobre todas estas consideraciones, que incidan altamente en el ahorro energético calculado para los coches eléctricos e híbridos, están disponibles en nuestro informe 2011.
En fin, hay muchas condiciones que hay que tener en cuenta evaluando las cifras del ahorro. El resultado descrito en los párrafos anteriores no debería ser interpretado como un número definitivo. Más bien, es un indicador del tamaño del potencial de ahorro que está dentro del sector transporte asociado a los coches eléctricos. Los avances en tecnología de almacenamiento de electricidad son una clave para poder aprovecharse de este potencial.
Otro de los problemas de la movilidad eléctrica son los tiempos de carga de las baterías. En cuanto a los avances últimamente se ha descubierto un nuevo material que hará que nuestras baterías no se calienten tanto y por ende aumente su vida útil. Veremos
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