Según la estadística de prospección y producción de hidrocarburos elaborada por el Ministerio de Industria, Turismo y Energía, la producción de petróleo en España fue en 2011 de 2.000 barriles al día de media, cifra muy baja en relación al consumo total, y más baja todavía si la comparamos con la producción mundial. Estos datos arrojan un ratio de autoabastecimiento muy bajo, lo que provoca la importación de casi todo el crudo consumido en España, y por lo tanto la dependencia energética prácticamente total de España, tema con frecuencia tratado en este blog (aquí, aquí, aquí o aquí), bien sea hablando de dependencia energética o de seguridad energética, conceptos altamente relacionados.
La mayoría de este Petróleo producido en España se obtiene en el mar, en la costa de Tarragona, donde se ubica la plataforma petrolífera Casablanca, propiedad de Repsol. Sin embargo, se estima un potencial alto de yacimientos de petróleo en la costa española. En concreto, la Asociación Española de Compañías de Investigación, Exploración y Producción de Hidrocarburos y Almacenamiento Subterráneo (ACIEP) cifra en su informe titulado "Evaluación preliminar de los recursos prospectivos de hidrocarburos convencionales y no convencionales en España" los recursos potenciales de gas convencional y no convencional, y, lo que hoy nos incumbe, de petróleo. Estos recursos potenciales, que conviene recordar que son cantidades conceptuales estimadas, no descubiertas, tras la aplicación de cálculos exploratorios, serían de 2.000 millones de barriles, de los cuáles más de la mitad estarían en las Islas Canarias.
La importancia de este posible yacimiento ha sido fuente de conflicto desde comienzos de esta década, y es que en 2001, mediante RealDecreto, se concedían los permisos de investigación a Repsol, para la búsqueda de crudo en el subsuelo marino canario, que concretamente se situarían en las costas de las islas más orientales, Lanzarote y Fuerteventura.
Después de los diferentes recursos que tanto el gobierno autonómico canario como los cabildos insulares interpusieron a los permisos, el Tribunal Supremo anuló la parte referida a las perforaciones debido a la ausencia de garantía medioambiental. Tras sucesivos intentos de acercamiento de posturas, en el 2012, otra vez mediante Real Decreto se convalida el anterior con la introducción de ciertas modificaciones referidas a medidas adicionales de protección medioambiental.
El proyecto se encuentra ahora en estado de evaluación de impacto ambiental, si bien solamente queda la declaración de impacto ambiental y la autorización, o no, del proyecto por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
La posible autorización de estas prospecciones se ha topado con el rechazo de pleno del gobierno canario, quién conjuntamente con los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote recurrieron este nuevo Real Decreto, desestimándose dicho recurso esta vez. Las instituciones canarias anteponen el turismo como fuente de negocio principal de las islas, y consideran que tanto la autorización de perforaciones petrolíferas, como los sondeos podrían ser perjudiciales para la biodiversidad marina.
Entre los informes que apoyan estas tesis se encuentran el encargado al consejo científico del comité español del programa Man and Biosphere de la Unesco, el cuál simplemente concluye el impacto medioambiental alto de un posible accidente. Además, el profesor del departamento de Biología Marina de la Universidad de Galveston en Texas, Thomas M. Ilife, quién estudió en 2010 junto con otros investigadores las especies endémicas de la costa de Lanzarote, mostró a través de un comunicado su preocupación por la inseguridad de las explotaciones y las consecuencias catastróficas de posibles accidentes, basándose en el ocurrido en el golfo de México con la plataforma Deep Water Horizon.
En una posición neutral encontramos el informe de la cátedra de turismo CajaCanarias – Ashotel Unviersidad de la Laguna, que presenta todas las posiciones y argumentos a favor y en contra de las prospecciones.
Por último, otro punto de posible conflicto es la cercanía con Marruecos, donde ya se han autorizado perforaciones, 150 kilómetros al sur de Agadir, muy cercanas a las zonas autorizadas a Repsol. Las perforaciones llevadas a cabo por la británica Cairn, quién también ha obtenido permisos exploratorios en el golfo de Valencia, y la turca Genel han revelado noticias interesantes, por un lado que efectivamente se confirma la presencia de petróleo, pero también su baja calidad, por lo que los británicos buscarán ahora en la costa senegalesa.
El proyecto de investigación para Canarias lo compone Repsol como principal accionista, aunque también cuenta con la participación de la empresa australiana Woodside Energy y la alemana RWE.
Para finalizar, y poder intuir en qué medida afectaría la existencia, y aprovechamiento, de petróleo en la costa canaria, tanto físicamente, como en términos de precios, o en captación de rentas, en el siguiente enlace hay un muy buen artículo de Pedro Linares en este blog en el que habla sobre el impacto económico de las importaciones de petróleo.
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