A mediados de noviembre del año pasado, el Instituto Nacional de Estadística publicó los resultados de sus Cuentas Medioambientales correspondientes a 2011. La Cuenta de Emisiones a la Atmósfera presenta la información sobre las emisiones contaminantes a la atmósfera, desagregando los resultados por ramas de actividad económica y hogares como consumidores finales. Sus estadísticas muestran que las emisiones de gases de efecto invernadero en España en 2011 ascendieron a 351,9 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que supone un aumento del 0,7% con respecto a 2010, si bien este nivel de emisiones es un 12,2% menor que en 2008.
De estas emisiones, la industria manufacturera concentró en 27,2% del total, mientras que el suministro de electricidad, gas, vapor, aire acondicionado y agua supuso un 24,9%, los hogares como consumidores finales un 18,8% y el transporte y almacenamiento un 12,1%. Durante el período 2008-2011 el sector de la construcción fue el que más redujo sus emisiones (un -31,4%), mientras que el transporte y almacenamiento las redujo un -17,5% y los hogares un -9,9%. Considerando las emisiones por tipo de gas de efecto invernadero, las emisiones de CO2 representaron el 82,3% del total y tuvieron un incremento del 1,1% con respecto a 2010. Por su parte, las emisiones de metano (9,4% del total) y de óxido nitroso (5,2% del total) se redujeron, respectivamente, un -0,6% y un -5,4% en relación al año anterior. La industria manufacturera (un 30,9%), el suministro de electricidad, gas, vapor, aire acondicionado y agua (un 25,2%) y los hogares (un 21,2%) fueron las principales fuentes de emisiones de CO2, mientras que la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca fue el principal emisor de metano (un 53,8% del total) y de óxido nitroso (un 75,9%).
Por su parte, la Cuenta del Impuestos Ambientales proporciona información sobre estos impuestos, desagregando también por ramas de actividad y hogares como consumidores finales. Definen los impuestos ambientales como aquellos que gravan una base imponible consistente en una unidad física o similar de algún material que tenga un impacto negativo sobre el medio ambiente, incluyendo los impuestos sobre la energía, los impuestos sobre el transporte y los que gravan la contaminación y los recursos, pero excluyendo los impuestos del tipo valor añadido. Sus resultados muestran que estos impuestos recaudaron 16.676,9 millones de euros en 2011, un 4,6% menos que el año anterior y un 8,2% menos que en 2008. De esta recaudación, el 81,8% se obtuvo de los impuestos sobre la energía, mientras que los impuestos sobre el transporte supusieron el 16,8% del total y los impuestos sobre la contaminación y los recursos tan solo el 1,4%. La recaudación de los impuestos sobre la energía se redujo un 4,3% con respecto al año anterior (un 5,6% en relación a 2008), mientras que los impuestos sobre el transporte se redujeron un 6,7%, acumulando un descenso desde 2008 del 19,7%. Por el contrario, los impuestos sobre la contaminación y los recursos se incrementaron un 7,8% (un 2,6% desde 2008). Los hogares pagaron más de la mitad del total de impuestos ambientales (un 59,8%), mientras que el transporte y almacenamiento soportó el 18,3% del total, el resto de servicios un 9,9% y la industria manufacturera un 7,9%. De este modo, los hogares pagaron un 1,4% más que en 2010, mientras que el transporte y almacenamiento pagó un 1,2% más. Por el contrario, el resto de servicios redujo sus pagos un -26,1% y la industria manufacturera los redujo en un -14,6%.
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