Acabamos de publicar un documento de trabajo en Economics for Energy titulado "Hydrological Management of a Heavily Dammed River Basin: the Miño-Sil". En este documento analizamos si a lo largo de algo más de tres décadas la producción de hidroelectricidad en esta cuenca ha tenido impactos sobre el caudal de la misma. También estudiamos si la liberalización del mercado eléctrico en España en 1998 introdujo cambios en dicha gestión.
Es un tema importante. La cuenca Miño-Sil tiene varias características que la hacen muy interesante y particular desde el punto de vista medioambiental y energético. Por ejemplo, se trata de una cuenca que cuenta con más de 100 presas, un nivel de intervención humana muy importante. Al mismo tiempo una cantidad muy elevada de esas presas se dedican a generación de hidroelectricidad, de hecho las presas dedicadas a cuestiones como el regadío son mínimas y en ocasiones comparten ambas funciones. Además por capacidad de generación eléctrica, la cuenca Miño-Sil representa algo más del 8,5% de la instalada en toda la península ibérica. Al ser una cuenca principalmente destinada a la producción de energía y con tal número de presas, podría ser que la ley de liberalización del mercado energético en 1998 hubiera tenido un impacto sobre su gestión. Hasta 1998 la gestión se realizaba de forma centralizada, atendiendo a un criterio único. Actualmente las presas están gestionadas por distintas empresas, con distintos intereses y criterios de producción y sometidas a cierto control por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Mezclado con todo ello tenemos que el período de estudio es lo suficientemente largo para estar sujeto a variaciones en los caudales por causa de factores como el cambio climático.
Hemos analizado datos para algo más de treinta de las principales presas de la cuenca, gestionadas por empresas privadas y el estado. Los datos fueron aportados entre otros por Gas Natural Fenosa y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y cubrimos todas las subcuencas existentes. Los tres resultados más relevantes que hemos obtenido tras el análisis son los siguientes:
- el agua disponible en la cuenca ha disminuido entre la década de 1970 y la actual. Un descenso en las precipitaciones a lo largo de este período podría ser la principal causa y este resultado concuerda con lo esperado del último informe sobre energías renovables y cambio climático del IPCC
- partiendo del hecho que las presas ya están establecidas, las analizadas no alteran de forma importante el flujo de agua en la cuenca, es decir, el caudal que llega a las presas se correlaciona bien con los caudales saliente
- la liberalización del mercado eléctrico no supuso trastornos en la gestión de la cuenca. Se podría pensar que al haber muchos más actores involucrados en la gestión de la cuenca, la misma podría empeorar. Por el contrario desde el punto de vista de gestión de los caudales de llegada y salida, dos presas de la cuenca han mejorado notablemente su gestión después de 1998.
Podríamos concluir por lo tanto que el aprovechamiento que se ha hecho desde 1970 de la cuenca Miño-Sil no ha influido en gran medida el caudal de los ríos, la liberalización del mercado tampoco ha supuesto ningún problema adicional, que las presas tienen un doble efecto beneficioso permitiendo la regulación ante eventos de precipitación extrema y generando electricidad de una forma respetuosa con el medioambiente y finalmente que la huella del cambio climático ya se nota.
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