Me pasa Clemente este informe del Parlamento británico, que es vendido como la respuesta radicalmente nueva que hace falta contra el cambio climático y la escasez de petróleo. Lo malo es que no es verdad (lo de la novedad): es básicamente un mercado de emisiones downstream, con asignación gratuita en parte. Lo único algo interesante es que el grandfathering lo hacen con cuotas per capita. Pero todo lo demás es rollo gratuito:
- lo de que las cuotas sean sobre energía lo puede hacer más cercano y entendible por el consumidor, pero a cambio ensucia el mensaje: hay energías que no emiten CO2, y por tanto no entran en la cuota
- un downstream tiene ventajas de percepción por el consumidor, pero también es complicado de gestionar, con altos costes de transacción (aunque ellos digan que no)
- no deja el dinero en el consumidor, aunque se diga así (p15): el consumidor decidirá qué hacer con sus permisos, y pagará por sus emisiones
- no hay asignación garantizada, por mucho que lo digan (p16), lo que hay es un precio por emitir CO2
- y para terminar, lo comparan desfavorablemente con un impuesto al CO2, y creo que ninguna de las razones que dan son reales. Como todos sabemos, un impuesto con retorno es esencialmente lo mismo que un mercado de emisiones con asignación gratuita, asomáis muchas de los argumentos que dan realmente no son válidos
En resumen: que me llama la atención como tratan de vender una idea ya conocida como si fuera revolucionaria: nunca han estudiado el tema y se creen que han descubierto América? Si al final lo de la revisión del estado del arte habría que hacerlo obligatorio también para los políticos...
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