A causa de los problemas en la central nuclear japonés de Fukushima, Alemania intenta cerrar sus centrales nucleares lo antes posible.
En 2010 el gobierno de canciller Angela Merkel puso en marcha una ley prolongando los plazos de vigencia para las 17 centrales nucleares alemanas hasta 2036. Esa decisión causó mucha polémica, provocando manifestaciones anti-nucleares en Berlin y zonas cercanas de centrales
En 2011, pocos días después del terremoto en Japón y de sus consecuencias en Fukushima, Merkel dijo en una rueda de prensa que “lo ocurrido en Japón cambia la situación”. Sorprendentemente su gobierno puso inmediatamente en efecto una moratoria de la ley de prolongación de la actividad nuclear y anunció nuevos análisis sobre los riesgos en las centrales alemanas hasta Junio, considerando especialmente riesgos de terremotos, caídas de aviones comerciales y ataques terroristas. En Alemania ven lo sucedido en Japón con mucha preocupación, puesto que lo consideran un país similar tanto a la aplicación de tecnología punta como en los altos estándares de seguridad.
Según la decisión gubernamental ya se apagaron 7 de las 17 centrales nucleares alemanas y se esperan nuevas y elevadas normas de seguridad para las restantes 10 centrales. Esto, junto a una posible nueva legislación de responsabilidad para el caso de un siniestro con daños medioambientales, podría reducir notablemente la rentabilidad de centrales nucleares en Alemania.
De hecho, las últimas elecciones regionales del 27 de marzo indican que ningún partido político se podrá contraponer al deseo de la población alemana de salir de la energía nuclear: El primer ministro del estado federal Baden Württemberg (BW), Mappus del CDU, fue derrota tras promocionar la energía nuclear hasta el día de las elecciones, denominándola una tecnología con futuro. Es muy probable que BW, un estado tradicionalmente conservador, tenga el primer jefe de gobierno del partido verde en la historia de Alemania. Alemania está en busca de opciones para sustituir a las centrales nucleares ya apagadas sin perjudicar sus metas ambiciosas del protocolo de Kyoto. El presente aumento de la actividad de las centrales de carbón para absorber el cambio no parece ser una solución para el largo plazo.
Lo sucedido en Alemania tiene ya consecuencias en los mercados. Algunas de ellas son:
- Aumento de la actividad de las centrales alemanas de carbón, con un aumento del precio del carbón, emisiones, precio de los permisos del EUETS y precios de la electricidad http://www.reuters.com/article/2011/04/05/us-energy-coal-power-idUSTRE7342Z920110405 Como consecuencia se va a reevaluar la posibilidad de capturar gases de efecto invernadero bajo tierra. http://www.bloomberg.com/news/2011-04-12/merkel-warms-to-carbon-capture-as-nuclear-policy-deadline-looms.html
- El aumento de la importación de energía por Alemania de Francia y la República Checa http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/04/economia/1301927443.html
- Siemens considera eliminar sus actividades en tecnología nuclear http://www.spiegel.de/international/germany/0,1518,755184,00.html
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