Como el asunto se está discutiendo ahora en EEUU, Stavins y Schmalensee tienen un post reciente. Por una parte, como son gente muy brillante, dicen cosas muy razonables, entre otras: (siempre mola ver que son cosas parecidas a las que decimos en este blog)
- un cap-and-trade sería mejor señal, en teoría, si lo que se quiere es reducir emisiones
- reducir CO2 con renovables es caro en el corto plazo
- un mecanismo de apoyo a las renovables no tiene por qué crear empleo en ese sector, salvo que lo que estimule sea la innovación
- la coordinación es imprescindible: no tiene sentido tener un RPS nacional y otro estatal.
Pero, por otra parte, también sorprende ver cómo gente tan lista sigue empeñada en no ver otras cosas también evidentes:
- hay suficientes externalidades por ahí, además de las medioambientales, como para que el cap-and-trade no dé una señal suficiente a la innovación. Creo que ya he hablado aquí de second-best otras veces, The Economist tiene un artículo interesante sobre el paper de Acemoglu et al. que es un buen ejemplo de esto. Aquí tenéis un artículo mío y de Xavier
- los mecanismos de apoyo a las renovables tienen mucho más atractivo político: esconden mejor el coste, permiten repartir dinero...Sorprende más la cosa cuando uno sabe que Stavins dirigió la tesis de Nat Keohane sobre el asunto, que no sé si había subido al blog, y que resume la bibliografía al respecto. sobre este mismo asunto...
Por eso, al final, su conclusión resulta demasiado "ortodoxa". Si no hay posibilidad de un cap-and-trade, un RPS sí puede ser un paso adelante, aunque quizá no el mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios están sujetos a moderación. No se publicarán comentarios bajo el título de anónimo, pero sí con otro nombre.