La respuesta a esta pregunta no es nada sencilla. Además, una crisis económica demasiado duradera ha puesto el foco de los objetivos y de las propuestas de política energética en la competitividad de los precios de la energía.
Para no decepcionar, adelanto que el objetivo de este post no es ni mucho menos dar una respuesta totalmente certera, sino más bien empezar a adentrarme en el entramado de conceptos que están pagando los consumidores de electricidad en Europa. Una de las dificultades de este análisis proviene del hecho de que gran parte de los componentes de coste del precio final de la electricidad está condicionado por el marco regulatorio y/o político del Estado miembro que se analice.